El comercio electrónico se convierte en una modalidad que se afianza en las empresas
Adrián Bepré
Especial para BAE Negocios
La segunda edición del Cyber Monday en la Argentina, que se celebró en diciembre, dejó cifras impresionantes en las cuentas de las empresas adherentes y puso fin al debate sobre la calidad de “emergente” de una modalidad ya consolidada. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la campaña generó un 600% más que un día normal de ventas online. Estamos hablando de 13 millones de visitas y más de 158.000 productos vendidos en lo que duró la acción, lo cual representó un 1.200% de aumento con respecto al año anterior.
La contundencia de estas cifras apuntala un sistema que se arraiga con fuerza en todo el mundo. Si bien el e-commerce suele asociarse a la compra de bienes a través de Internet, esta modalidad excede este concepto e incluye todo tipo de transacciones electrónicas. Así, su incorporación al mundo de las empresas evidencia una ampliación del concepto original que trae aparejado un mayor control, un aumento de la productividad y una importante reducción de costos de gestión y logística, por mencionar solamente algunos.
Los beneficios de implementar estas soluciones en el ámbito empresarial exceden el ya institucionalizado pago a proveedores y la realización de transferencias bancarias. La tendencia a la tercerización o outsourcing en el management empresarial, exige una logística precisa y eficiente. En este sentido el e-commerce posibilita el acceso a un abanico de productos y servicios de manera sencilla y en tiempo real. Por otro lado, al centralizar y agilizar los procesos de aprovisionamiento se reducen los costos de transacción, al mismo tiempo que mantiene una actualización sincronizada del sistema de información.
Las empresas de consumo masivo están a la vanguardia y son pioneras en la implementación de este tipo de soluciones que involucran a proveedores, clientes, bancos, empresas de logística y organismos del Estado, como agencias de recaudación o aduanas. El volumen de mercadería que manejan, la fuerte competencia del sector, la necesidad de reducir costos y de mejorar la eficiencia en toda la cadena de abastecimiento, son algunas de las razones que las llevó a adoptar esta modalidad.
A modo de ejemplo, hace unos años se desarrolló para una importante empresa internacional de este sector, una plataforma de comercio electrónico que en la actualidad maneja más del 70% de las operaciones con sus clientes y socios de negocio en más de 20 países. La solución permite, entre otras funciones, proponer las órdenes de compra por reposición de productos a sus clientes y generar e intercambiar electrónicamente todos los documentos referidos al despacho, recepción, facturación y cobranzas, moviendo entre 70.000 y 100.000 documentos electrónicos por mes.
La reticencia cultural a la adopción del sistema podría considerarse el mayor obstáculo a enfrentar para su instalación. Eventos como el Cyber Monday evidencian una gran aceptación y el fuerte auge de esta modalidad de compra en el país, principalmente entre las personas más jóvenes. Las grandes empresas conocen desde hace años las ventajas de esta modalidad. El desafío es que las pequeñas y medianas empresas puedan adaptarse también a estas plataformas para jugar en las grandes ligas y abrir nuevos canales que, hasta hoy, les son ajenos.
Fuente: Diario Bae
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